La droga que halló la Policía en el departamento era usada por aproximadamente 80 familias (60 de Lima y 20 de provincias) agrupadas en el colectivo Buscando Esperanza Perú.
¿Qué tienen en común todos ellos?
Se trata de familias que tienen entre sus integrantes a personas con enfermedades que pueden ser:
- Epilepsia.
- Parkinson.
- Alzheimer.
- Cáncer terminal.
- Autismo.
- Etc.
¿Y qué tienen en común estas enfermedades?
Que la medicina tradicional, esa que te venden en las farmacias que concertan precios, no ha hallado una cura definitiva para estas enfermedades. La marihuana es, para ellos, la única forma de entregarles calidad de vida a sus pacientes.
Al allanar el departamento, la Policía también se llevó maquinarias que servían para extraer las propiedades de la planta en forma de aceites y resinas. Además de las flores secas que ya estaban listas para ser procesadas. Son los mismos familiares quienes, en su desesperación, aprendieron estos procesos.
Buscando Esperanza Perú tiene ya 10 meses de vida y en este tiempo han cursado muchas veces cartas al Ministerio de Salud y al Congreso de la República con el fin de que se autorice el uso medicinal del cannabis y que se estimulen investigaciones médicas al respecto. Sin embargo, en reiteradas oportunidades la respuesta ha sido negativa. Sin ninguna explicación.
La marihuana de uso medicinal ya ha sido aprobada en otras partes del mundo, incluidos algunos estados de Estados Unidos, Uruguay (en donde es legal todo lo referente al cannabis), Chile, México, Argentina, etc. Además, existen varios estudios que respaldan el uso médico de esta planta.
En este útero nos comunicamos con Dorothy Santiago, quien es miembro del colectivo. Ella nos explicó que su menor hijo, Rodrigo, sufre de epilepsia refractaria, lo que le causaba unos 300 espasmos al día. Hoy, con el uso del cannabis, Rodrigo mejoró su calidad de vida, pues ahora las crisis se han reducido a una o dos diarias.
“Rodrigo no comía ni podía dormir”.
Dorothy considera que lo que acaba de hacer la Policía afecta directamente la vida de los pacientes que encuentran en el cannabis su única salida.
“El ministro del Interior, Carlos Basombrío, debería corretear a verdaderos delincuentes y no a madres con hijos con discapacidad. Si el ministro o el mismo presidente tuvieran un familiar mal de salud, irían al mismo infierno para mejorar su calidad de vida”.
Por ahora, la única autoridad que se ha pronunciado sobre este lamentable hecho es el congresista Alberto de Belaunde ,quien está tratando de poner en el debate el uso medicinal de la planta.
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